lunes, noviembre 10, 2008

Restos de mi

Es momento de publicar una máxima filosófica fundamental:
Beber es lo propio del hombre.
Hace un par de veranos me gasté una quincena entera en tomar; ahorré lo otro para sobrevivir pagando renta y gastos derivados del asunto ese de estar vivo.
Las causas en este momento son lo de menos, y tal vez en aquel momento también debieron serlo; estoy contento de haber vivido ese verano como se vivió.
No obstante lo nebuloso que lucía el mundo, lo difuso que era la distinción entre el estado de sueño y el de vigilia, los raspones y golpes inexplicables que uno descubría cada mañana, los desperfectos ocasionados en lugares públicos y privados, propios y ajenos, lo catastrófico que era girar la cabeza demasiado rápido y tantas otras cosas que no tienen lugar en una vida relativamente ortodoxa y sucedieron como en dos semanas, me fue quizá más claro que nunca con qué cosas podía contar en la vida, respecto a mi mismo, respecto a quienes me rodean y respecto hacia donde tendía yo.
Como se imaginarán, siendo el caso que soy una persona difícil de tolerar, es el caso que soy un borracho imposible de soportar.
En eso pensaba hoy mientras escribía un par de páginas sobre la Hamartía en Stinton en la modalidad de trabajo olla express, trúncamente me di a la tarea de bajar música del myspace de
Zombies ate my neighbors, Dogma 1, Ahura mazda (que no encontré ni el myspace), ¡hasta de los CORRUPTED! y de las Místicas...
"¿Dónde quedaron los restos de mi?" pregunta la quebradiza voz de Carmen, al tiempo que evoca una sonrisa babosa propia del verano en cuestión...
La canción de ese verano fue "Pásame la botella" del infame Daddy Yankee... No la enlazaré, sólo lo menciono para contrastar que los siguientes veranos han sido mucho más afortunados y me regocijo en ello...
Tal vez no seamos ya personas de veranos, sino de otoños...
La canción de este otoño es Rock & roll train... veamos qué sucede el otoño siguiente; estoy seguro de que lo averiguaré contando con los mismos elementos con que contaba en aquel verano.

Hace un par de veranos gasté una quincena entera en tomar, ¡y lo volvería a hacer! Pero por las mejores razones posibles.
¿Dónde quedaron los restos de mi? Pregunta agónico aquel verano...
¿Habrá alguna exégesis -si hay otra- tan significativa de esta canción?

1 comentario:

Anónimo dijo...

No es verdad eres un borracho bastante tolerable, digo no eres impertintente y esas cosas... creo que despues de orinar la fuente curnavaquense y dormir fuera de un oxxo lo demás es lo de menos... Uno gasta el dinero que no tiene en los elixires de los dioses, aunque en toda la semana no tenga pa tragar, pero lo bailado, quien nos lo quita? jajajaja salúuuu!!!