miércoles, abril 30, 2008

El sentido de escribir un blog

¿Cuál es el sentido de escribir un
blog?

Ya alguna vez anuncié que escribiría al respecto en www.myspace.com/dogma01 y ahora que recupero mi cuenta del blogger -que solía ser una auténtica piterés cuando la abrí- me parece una buena oportunidad para desarrollar el tema.

Miré con otros ojos la idea de escribir blogs luego de comentar con mi amiga Lilia lo curioso que era la manera en que se almacenaban las vivencias en el viejo blog del viejo myspace -que ya borré- y en las libretas en las que de manera totalmente antirigurosa y desenfadada hago anotaciones sobre temas a veces conexos entre un mar de dibujos y calcomanías que salen en las galletas. Lilia y yo concrepabamos en la idea de que estos almacenes de códigos html, tinta, pegamento y papel podían ser también almacenes de imágenes, emociones, sentimientos, inteleccíones... Claro, estabamos pensando en lo más deseable, cuando menos para nosotros, ya estará en el lector decidir si es peor el cáncer de los blogs pseudointelectuales o el cáncer de los blogs emos. (Al chile yo pienso que los pseudointelectuales, pero ni modo que haga un blog emo -eso ya lo hice- ja ja)

En fin, en este blog rescataré algunas ideas expuestas por Lilia en el coloquio que debió llamarse "Michel Foucault y el mundo antiguo" -o algo así- que tuvo lugar a fines del año pasado en la Facultad de Filosofía y Letras, su trabajo se llamó "La escritura de sí y la confesión cristiana"

Citaré a Lilia cuando sea mejor dejarla hablar a ella, como ahora que hace esa aburrida presentación sobre lo que traía entre manos el tal Michel:

"En La Hermenéutica del Sujeto (...) Foucault realiza un análisis genealógico en torno a las tecnologías del yo. (...) define estas tecnologías como las que permiten a los individuos efectuar, por cuenta propia o con la ayuda de otros, cierto número de operaciones sobre su cuerpo y su alma, pensamientos, conducta o cualquier forma de ser, obteniendo así una transformación de sí mismos con el fin de alcanzar cierto estado de felicidad, pureza, sabiduría o inmortalidad. "

Para fortuna de los lectores, no nos ceñiremos a lo que dijo el tal Focault, eso lo hizo ya la pobre Lilia, sólo recuperaré algunas notas de interés para traerlas del género ensayístico que ella puso en práctica al género "blog" que es muy parecido, en su estructura -si tienen alguna- pero se caracteriza por la peculiaridad de ser más cercano a los lectores; claro, un ensayo de estética está dirigido a una audiencia específica, y cuando leo a Peirce o Russell siento que estoy platicando con cuates sobre lógica, entonces no es nada más la cercanía ¿o sí? Pues no, también está el ánimo de hacer el tema accesible a gente no especializada en un tópico y que -como uno- tiene la retención mermada por tanta televisión... Adicionalmente, el blog suele decir algo sobre la vida del autor y la interacción del tema en cuestión con la vida de los lectores.

En fin, el asunto del blog puede tratarse de una modalidad posmoderna del precepto délfico "conocete a ti mismo";
El trabajo de Lilia trae una hipótesis más seria, aquí nomás voy a hablar del por qué escribir un blog, si les interesa pues luego se los puedo rolar, (si ella está de acuerdo claro).

La escritura puede pensarse como un ejercicio destinado al cuidado del alma, esto era un hecho bien sabido por los siglos I y II a.C, por los amigos estoicos, (quienes además desarrollaron un muy solvente sistema de lógica). En este contexto se considera un elemento indispensable para la vida ascética ("‘ascético’ fue utilizado originalmente para denominar una serie de entrenamientos dirigidos hacia el cultivo de ciertas habilidades corporales a fin de poder practicar determinados ejercicios atléticos. Sin embargo, el sentido corporal del término se extendió hasta abarcar un significado espiritual.")
Escribir para empezar demanda claridad en el pensamiento, escribir bien quiero decir; escribir de sí demanda claridad en el pensamiento discursivo en torno a lo que sentimos integralmente, es decir física, emotiva, imaginativa e intelectualmente.
Hay qué decir que en el blog se describen hechos de la farándula, acontecer político, personal, y se recurren a las herramientas multimedia que la posmodernidad ha dotado, desde fotografías hasta videos y hasta mascotas virtuales... ¿Podré tener un tamagochi en el blog? ¿un Pikachu? ahh era la pura onda...
El blog, en contraste con los hábitos ascéticos estoicos, no implica la elaboración de discursos recibidos y reconocidos como verdaderos en principios racionales de acción; A decir verdad evidencia la falta de cuidado que la gente tiene al leer y al escribir, pero no se vale apedrear a quienes han tenido la amabilidad de leer hasta acá y tal vez lleguen al final, eso sería de lo más majadero.
Seguramente entre los chascarrillos, los malentendidos, los berrinches y las majaderías alguna fibra se moverá de manera deseable, si no se aprende algo, cuando menos se comparte una emoción, una imagen, una risa, o se aprovecha el medio para sacar frustraciones, tramas, qué se yo... Es una buena bitácora de pensamientos, y cuando menos para mi vale la pena.
Ahora "Los hypomnemata eran cuadernos de notas individuales compuestos de citas, reflexiones, cuentas, colecciones de cosas oídas, pensadas o leídas, recuerdos acerca de experiencias propias o ajenas; en fin, toda una suma de elementos heterogéneos que servían para ejercitarse por medio de la lectura, la relectura y la meditación y que podían ser compartidos con otros." Eso suena parecido a lo que he descrito, la onda con estos
hypomnemata es que podían dirigirse a la solución de dificultades personales o incluso para superar defectos, se trata de una especie de refugio para el alma, si tal cosa se puede poner en la web y ser compartida, pues no quita nada a nadie...
Ahora bien, supongo que si han llegado hasta este punto también escriben correos electrónicos, y no sería insensato suponer que leen y responden con atención. Se trata esta actividad también de una buena costumbre estoica, pues "es provechosa tanto para el receptor como para el remitente, aún cuando su intención sea la de brindar un consejo o servicio espiritual, puesto que, de la misma manera en que el que habla se escucha hablando, el que escribe lee y a menudo relee lo que escribe, aprende y se construye a si mismo a través de este ejercicio" hay grandes momentos de la correspondencia, alguno habrá de darse por correo electrónico o se ha dado ya... Puedo decir que episodios importantes en mi vida han tenido como elemento uno o dos correos electrónicos, y ciertamente tengo la suerte de tener destinatarios y remitentes que tornan un gusto el abrir la bandeja dichosa esa y que haya nuevos mensajes, o mejor aún, cuando recibes un correo "instantaneamente" esa simpática emoción de que el otro está ahí, en algún lado pensando en uno...
El messenger... pues puede ser semejante usado con propiedad, considero una bendición contar con compañeros de trabajo a quienes estimo, aunque no los vea día a día; compañeros que escogiste tú y con quienes casi nunca tienes algo qué hacer de trabajo, pero que están ahí cuando menos para dar los buenos días y compartir uno que otro chascarrillo.
En fin, me separé ya del texto de Lilia y qué bueno porque luego hablaría de la perversión de las bellas prácticas estoicas y su degeneración en la confesión auricular cristiana... Ciertamente organizar en un discurso tus culpas es algo saludable, pero decírselas a un pobre cáncer que cayó en la desgracia de administrar las indulgencias entre la plebe, es algo más bien bárbaro...
Bueno, esos son algunos hábitos de la escritura en la posmodernidad, en cuanto a hábitos de lectura, en lo que a mi respecta, cumplo pues con la modesta labor de ofrecer otra opción; no negaré que me entristecería un poco si nadie lee, pero como ya se expuso, no puedo darme por mal pagado.