martes, octubre 28, 2008

No soporto la estupidez y no estoy dispuesto a tolerarla.

De nueva cuenta, amables lectores, un post egocéntrico, burocrático y majadero. Atentamente les sugiero que lo eviten si no quieren padecer semejantes tropelías...
La gente que piensa que soy un burócrata neurótico e irascible regularmente tiene razones para hacerlo. La gente que tiene razones para pensar que soy un burócrata neurótico e irascible regularmente propicia que le de razones para hacerlo.
Hoy como pocas veces en tiempos recientes alguien me hizo el estómago volcarse sobre sí, sentir un flujo de adrenalina extenderse por mi pecho, arremolinándose primero en mi corazón para ubicarse luego en dos nudos de tensión, uno en mi garganta, el otro en la boca del estómago.
Una mancuerna maravilla, la una me hizo buscar entre cientos de expedientes que fueron entregados hoy porque se dió cuenta de que olvidó firmar el informe que vino a entregar; debí darme cuenta de la ausencia cuando lo entregó, y de cualquier modo no es para tanto, ubicamos el documento y listo.
Adicionalmente, me entregó papeles de alguien más sin engrapar, en fólder sin rotular, "ahí aventados" se diría... Y hasta aquí dirán: "No mames Gin, si no decíamos que eres un burócrata neurótico e irascible ya nos diste motivos", pero no es ahí donde termina el asunto, apenas comienza.
Cierto, lo anterior son errores comunes, y un error mío que asumimos y resolvemos rápidamente; no es eso lo que se llevó el calor de mis dedos, como dije eran dos.
La segunda traía una solicitud incompleta, que había de entregarse en otro edificio dos horas antes del momento en que me visitó; las fechas mal, una carta hecha al vapor y sin sellos de institución. Completé lo que faltaba de su solicitud, y le proporcioné la información que necesitaba para terminar su trámite, advirtiéndole que era posible una negativa a) por extemporaneidad y b) por la carta hechiza que mencioné, a lo que repuso: Eso no me dijiste anoche que te pregunté... Si me hubieras dicho, algo habría podido hacer.
No soporto la estupidez, ya lo había dicho, no es una decisión, puedo tolerar muchas cosas, pero hay otras con las que no puedo lidiar. No asumir que eres responsable de no completar un trámite que te interesa A TI, en un proceso que estuvo abierto 7 meses por no saber lo que se publicó en una convocatoria oficial a nivel nacional es agresivamente estúpido.
Y no, no estoy dispuesto a recibir por transitividad la estupidez de nadie.
Por lo general me tendría sin cuidado, pero el marco de la discusión de mis visitantes le da el sazón que reviste este cuadro de revoltura estomacal: Las lumbreras universitarias se quejaban amargamente de que no les daba tiempo de estudiaar, no terminaban de leer, ¡Y todavía quieren que hagamos estos trámites!
Sí... Las señoritas deben pensar con base en algunas razones que soy un burócrata neurótico e irascible; yo tengo razones para pensar que alguien, que además de estudiar en un posgrado de alta calidad de manera gratuita, recibe subsidio del gobierno para solventar sus gastos y pretende sangrar todavía más al Consejo debería tener el cuidado de ocuparse de sus intereses.
O cuando menos de no venir a quejarse de que tiene qué estudiar a mi oficina... Ya quisiera yo que esos fueran mis agobios...

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hoy estoy de acuerdo contigo sin ninguna clase de reserva. 'Ora imagínate que luego esa gente va a terapia y dice: "Tengo problemas de pareja". Y ya. A partir de ahí uno debe decirle qué y cómo hacerle para que su vida sea plena y feliz.

Dan ganas de estrangularles.

Anónimo dijo...

Yo opino que les pgues...siempre te lo he dicho pero tu no me quieres hacer caso... a gente bruta, fuerza bruta...pégales!

Anónimo dijo...

sigo sin comprender como no te madreaste al güey del café....