jueves, septiembre 11, 2008

Más furia albañil...

Váyanse a la chingada. Me revuelve el estómago tanta estupidez; en fechas recientes he concluido que no es exageración: La pendejez me lastima el intelecto, luego, su sola presencia, su mera existencia, es para mi una agresión.


Es un asunto respecto al que uno debería procurar ser tolerante, pero es imposible: Parece que es condición implícita en la gente pendeja además ser impertinente.

No pueden ser tontos y humildes salvo en honrosas excepciones, y no sólo eso, algunos se pavonean en su pendejez, la consideran una gracia, o sienten que mueven a la simpatía por causa de ella...
Imbéciles, me hacen vomitar...

¿Que hace cuántos años tiraron esas torres?

Mentecatos, tontos, estúpidos, cretinos...

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