martes, septiembre 16, 2008

Gritos patrios de media noche

Del espíritu patrio, junto con la solemnidad, algo de magia fue sustraído. Dormía plácidamente cuando los micos reguetoneros de mis vecinos quebrantaron abruptamente mi sueño... No me quejaré tanto porque tengo qué trabajar, pero sí creo que hubiera preferido seguir durmiendo... Aún no sano del todo así que luego de escribir estas líneas trataré de dormir...
En fin, parece que la horda de chimpancés son parientes de las momias que viven junto a nosotros; no son nada tontos, las procuran porque a) les dejan escuchar su música naca con sus nacas amistades en su patio b) las momias no han de tardar en morir (o eso esperamos todos) y alguien habrá de heredar.
El caso es que parece que el móvil de su algarabía es celebrar el inicio de la independencia; sobra que me ponga a decir que son repugnantes porque ni siquiera saben cómo fue el asunto de la guerra de independencia, ni que yo sí lo supiera, ni -sonbre todo- que me hiciera falta para decir que son unos nacos...
Es más, de no haber existido cierta contingencia, yo mismo hubiese ido a casa de mis padres a comer unos sopecitos y alguna otra botana coqueta propia de las fechas... Es más, ahora que lo pienso, hay un hecho muy sorpresivo: en un fin de semana de cuatro días no he bebido nada de alcohol, aún cuando era lo prescrito para la ocasión.
Lo que es muy claro en cualquier caso es que se celebra por la oportunidad de celebrar, como en la navidad... Algo ha cambiado con los gritos independencia.
Hace algunos años veía el grito con mi difunto abuelo (que en aquel entonces estaba vivo), y desde entonces se sospechaba un aire de cinismo para con estas fechas... No sé si era la juventud, pero hasta en tiempos del presidente Cepillo estas celebraciones llamaban al respeto...
Luego... Fox... y luego FECAL... El único momento de interés a este respecto fue cuando AMLO y FECAL se enfrentarían al son de "a ver quién grita más fuerte"...
Sí... Con Fox se terminó el respeto a la figura presidencial... Cuando menos antes me parecía que lo había; él lo destruyó... El resto siguió un curso natural.
Los micos han callado... Voy a dormir.

Y mañana... ¡¡CARCASS!!

1 comentario:

Námaste Heptákis dijo...

No sé si intencional, pero muy buena metáfora: se acabó la tradición del grito y se callaron los micos. Siguiendo con ella, ¿crees que lo que ahora toca es irnos a dormir?

¡Qué bueno que estás un poco mejor!