lunes, septiembre 08, 2008

¿Que estoy bien neuras? ¡Pues sí! ¿ni modo que qué?
Mi buen amigo y abogado Daniel pidió que el blog reanudara su actividad; la había reiniciado ya con tibieza, pero para fortuna de él y de quienes gustamos que yo publique mis impertinencias me encontré con estas líneas que escribí en algún momento de la hecatombe intelectual de las semanas anteriores...
"¿Qué pretenden? ¿Que la zarta de pendejadas que la gente dice y hace no me molesten? o tanto peor, ¿que me molesten y me comporte como si no? No me chinguen... Es una realidad que guardo respeto por las leyes, por las normas sociales incluso -aunque sí, siempre en los linderos del reglamento- pero ¿que me tranquilice? ¡ni madres!

Si estoy tan irritable no es por gusto, en lo general soy muy apacible, pero no sólo me cuesta reprimir las reacciones ante lo que me irrita: Además no quiero hacerlo. ¿por qué? pues "¡ya estuvo suave!" diría mi abuela...
En lo general soy apacible (decía), sospechosamente cordial e inverosimilmente diligente; No me gusta la gente, normalmente no hay dificultades en tanto no tenga qué interactuar con ella pero dado que es menester, pues escogí vivir en una sociedad, un estilo de vida que implica procurarse ciertas condiciones, escojo tambien lidiar con circunstancias que no me gustan, escojo ser una persona en la sociedad y no sólo eso, me he confeccionado el papel de una persona útil para con ésta, una persona que aporta, que da mucho de sí, mucho más de lo estrictamente necesario.
Naturalmente, no sólo espero algo a cambio, espero mucho, ¡todo!, aunque sé que es insensato o más bien ingenuo; distinguiendo entonces mis deseos de mis expectativas, he de decir que las segundas son francamente moderadas: A estas alturas me conformo con que dejen de ofender las reglas de la razón."
Esto escribía yo la semana pasada, algo me interrumpió, seguramente más cretinos con más pendejadas; hoy termino este blog en cama por causa de su ineptitud: Finalmente lo lograron.

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