viernes, mayo 23, 2008

¿Hay qué publicar un blog todos los días?
Esto lo escribo a partir de una observación de un lector, no les diré quién es pero su apodo comienza con F y termina con abiripunk, y es uno de los gays a los que nos hemos referido esta semana, y si quieren saber más de él o leer sus blogs pueden echar un vistazo aquí.
Creo que nadie se pondría a llorar si dejo de publicar un día, salvo el maricón de Cristiano Ronaldo que llora por todo, porque falló el penal y hasta porque ganaron la Champions (se pasaron de güeyes los del Chelsea), aprecio mucho el ritmo constante con el que el contador incrementa el monto de las visitas y por supuesto que me encanta leer sus comentarios, pero el hecho es que no decidí que escribiría blogs diarios para complacer a nadie sino porque tengo la firme intención de hacerme un mejor escritor -y digo escritor en tanto que escribo, no le pongo pretenciones literarias, filosóficas ni culturales de ningún tipo- y eso no se conseguirá de otro modo que escribiendo.
¿Pero podría cansar a mis lectores?... ¿Será posible que pronto les cance mi jactancioso y pretencioso humor punzante, que me vuelva predecible ante ellos y decidan migrar a otros blogs o simplemente dejar de leer por lo aburrida que la experiencia resultó?
Cierto es que no todo lo que las obras de grandes pensadores contengan resultará interesante, que habrá buenas películas que no nos causen la menor curiosidad y buenas melodías que simplemente no llamen nuestra atención, menos pensaré que todo lo que yo tenga que decir será interesate, muy pronto saldría con una tarugada y de hecho fue lo segundo que publiqué, un enlace a una de las aventuras de Cabeza de Pija que me parecía divertida y digna de ser compartida.
El hecho es que -como se esbozaba en la primera entrada de ese blog- se trata de un ejercicio por un lado introspectivo y por otro estilístico. En cuanto a lo primero es irremediable que pronto publicara cualquier mamada que se me ocurriera, ¡todo el tiempo se me ocurren puras mamadas!, eso no es todo, también recuerdo con detalle muchas tarugadas del pasado, no sé cuál sea peor si generar tarugadas nuevas o preservar las del pasado, como hago ambas supongo que soy el origen de algo verdaderamente canceroy, pero ese no es el punto: Si se me ocurrieran tonterías mejores qué poner pues las pondría, pero como no pues pongo las que tengo; en cuanto a lo segundo, es un hecho que necesito escribir, y nadie se vuelve destacado en ningún arte sin cultivar su hacer como hábito.
Así como es necesario en el quehacer futbolístico que un jugador practique todo cuanto sea posible para poder resolver con la destreza suficiente las situaciones que le toque encarar, es necesario que fluyan las letras -así sea con tonterías- de ese modo cuando venga una buena idea quien se curte en el oficio de escribir estará listo para resolver su enfrentamiento a esta con destreza.
Aunado a ese hecho, es menester también que fluyan las ideas, a veces estas se estancan si no se ven plasmadas en un texto. Dice Brauch Spinoza en su Ética demostrada según el orden geométrico (Madrid, Tecnós, 2001 creo) que a las cosas sólo las pueden mover cosas de su misma naturaleza, a un cuerpo otro cuerpo, a una idea otra idea, pero nunca un sentimiento a un cuerpo... Es menester entonces en quien se adiestra no sólo en el escribir, sino además pretende hacerse hábil en el pensar el flujo constante de las ideas, ser capaz de discernir una cosa de otra, dar giros semánticos, lógicos y hasta estéticos, aunque sea a partir de nimiedades.
Quienes pagan el pato, mucho me temo, son los incautos lectores, si baja la calidad de las ideas en virtud de la cantidad de las publicaciones, tarde o temprano puede ser que se cansen pero es un riesgo que elijo correr.
Ahora, ¿por qué no me guardo lo que escribo para mi? Por un lado creo que la presión social me motiva a escribir, es falso que no me interese en absoluto que alguien me lea, es en definitiva un aliciente, aunque no el fin último de la acción. Las razones para publicar el blog las puse en el primer post al que hice ya referencia; si he de añadir otra que no consideraba en aquel entonces es que permite evaluar lo que uno escribe a partir de muy diversas ópticas, y eso es útil para autoevaluarse como escribiente.
Termino diciendo que es elección suya leer o no, me halaga mucho que se animaran a hacerlo y hayan llegado hasta aca; ciertamente es una elección más bien egoista esa de publicar diario, pues estoy pensando fundamentalmente en mi beneficio y no en el goce de los lectores, pero lo que queda en mi es buscar ser mejor cada vez, como dije aquella vez, y lo reitero, no puedo darme por mal pagado, he logrado escribir y se ha logrado que me lean. Muchas gracias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A WEVO YO TE EXIGÓ QUE ESCRIBAS DIARIO!!! JAJAJAJA, NO GINZU, DUDO MUCHOQUE SE TE ACABAN LAS MAMADAS QUE TE PASAN POR LA CABEZA, CUANDO TENGAS WEVA PUES BIEN DICES QUE SIEMPRE EXISTIRÁN LAS MAMADAS PASADAS Y SI NO, PUES ESTÁ LA ENCUENTA DE LAS BANDAS DE METAL A LA QUE, CREO, QUE YA LLEGAMOS A UN PUNTO Y UN DÍA DE ÉSTOS AMERITARÁ A LOS $50,000 USTÉ NO DIGA FRIO...