viernes, agosto 15, 2008

Sobre la necesidad de un amor desesperado (VI)

(No cabe en este post acotación alguna.)
VI Cuando todo ha fallado

Uno puede ser un caballero, puede ser un héroe o una estrella de rock, pero pese lo que nos pese, no podemos hacer que alguien nos ame rabiosamente; posiblemente se vuelve especialmente sensible en el caso de quien nos ama serenamente, pues en tanto que nos conoce y tiende hacia nosotros por voluntad y no siendo víctima de una pasión, será difícil que le sorprendamos con disfraces de héroe trágico, pues puede ver tras bambalinas.
Si no obstando el traje azul y el caballo, el fantasma del tibio amor sigue paseándose entre las telarañas del lóbulo parietal y el frontal hay aún algunos modos de intentar seguir viviendo con dignidad: En primer lugar una lobotomía que podría hacernos pensar que somos amados adolescentemente, o bien dejar de amar adolescente mente para en términos de equidad encontrar paz a este respecto, o dejar de preguntarnos al respecto, o intentar algo distinto, o no.

De modo que la única opción seria, puesto que se ha pensado todo lo leído hasta aquí y seguramente más, es confrontar a quien tememos nos ama tibiamente.

Aquí casi hay equidad de género, ya sea un caballero o una dama quien padeciera tal agobio se vería en igual predicamento: No es noble asediar a alguien con semejante pregunta.

El tema de Shiryu a cargo de tres guitar canceroys.

No hay comentarios.: