viernes, enero 08, 2010

Quesque muy respetable...

A través de las últimas dos décadas se han puesto en discusión asuntos que antaño no se antojaba sensato cuestionar. Una moralidad homogénea derivada de principios políticos y fundamentalmente religiosos comunes implicaba poca tolerancia respecto a las excepciones que por regla se presentaban...
A través de la última década, el reblandecimiento del esquema cultural unívoco derivó finalmente en que las excepciones se hicieran notar y demandaran reconocimiento social para con sus circunstancias: Mujeres necesitaban abortar, hombres y mujeres demandaban reconocimiento a su orientación sexual, los emos y demás "subculturas" solicitaban aceptación...
La moralidad no la dicta ya una religión en particular, cuando menos no con la fuerza con que lo solía hacer; el grueso de la población atiende a principios morales determinados por los medios de comunicación, que disciernen por el auditorio menos crítico qué es lo que debe resultarles aceptable y lo que no.
Recientemente el pajero de Esteban Arce fue obligado a retractarse y pedir disculpas por "comentarios homofóbicos"... Por supuesto el problema era que dijera lo que dijo al aire; no hay problema si lo dice en privado, y ni se diga si se limita a pensarlo...
Observamos que la moralidad del esquema religioso promueve una honestidad mayor que la moralidad de los medios de comunicación: Para la iglesia tanto es pecado llevar a cabo el acto como desearlo; para los medios sólo es pecado si se falta al divino principio de la corrección política. La moralidad de los medios no busca formar al individuo en su intimidad, sino sólo en su publicidad.
Lo verdaderamente problemático con que la moralidad de los medios de comunicación promueva la hipocresía sobre su dogma de corrección política se evidenció cuando buena parte de la población casi regurgita su cena navideña al enterarse de la moción por que los homosexuales además de poder casarse pudieran adoptar.
Y es que "las preferencias de cada quién son MUY RESPETABLES" esto se dice acentuando y extendiendo la "u", y levantando las manos a la altura de los hombros como quien dice "yo no me meto", o "se cayó pero no es penal, yo no lo tiré"... Cuando alguien dice eso de que las preferencias son muy respetables en realidad quiere decir algo así como: "Las preferencias repugnantes de estos jotos asquerosos y esas viejas lesbianas son algo que me es indiferente, mientras no los vea, no se me acerquen a mi ni a mis hijos y no aparezcan en eventos públicos".
Esto nada tiene qué ver con el respeto... Respetar algo implica reconocer sus cualidades, en el caso de una persona, reconocemos su calidad de igual a nosotros. Cuando se reconoció que nadie debía ir a prisión por ser homosexual, se reconoció también que los homosexuales podían votar, contar con propiedades, a tener perros, a salir en la tele, básicamente a hacer todo lo que hacen los demás...
El heterosexual no tiene ese problema... Así cuente con todos los defectos posibles tiene derecho inalienable de reproducirse cuantas veces quiera, puede reconocer o no a los productos de su irresponsabilidad, y lo peor, darse el lujo de moldearlos a su imagen y semejanza... ¿Con base en qué se antoja legítimo privar de este derecho a los homosexuales? En una de esas el karma se les revierte y si fuera el caso que quisieran hijos con orientación hacia la homosexualidad, les sale heterosexual y no le va al América...
Homofóbico es un término semejante a "vigorexia" un calco de otro término, mal construido y peor entendido... La gente no le tiene miedo a los homosexuales, les tiene un tipo de aversión, más parecido al odio... ¿por qué? Porque se los percibe vulnerables.
¿Se burlarían de Pepito por tener dos papás en la escuela? No lo duden, por una razón sencilla, los niños intolerantes siguen los principios que permearon en los padres intolerantes emanando de los medios hipócritas.
¿Creen que alguien se burla de los hijos de algún narcotraficante?, ¿se burlarían de Pepito si sus papás fueran Azcarraga y el hoy occiso Beltrán Leyva? Estoy seguro de que no...
Nadie es tan tarugo como para burlarse de la hija adoptiva de Martha Villalobos y la Princesa Sugey...
[Digresión: si es que deciden casarse y adoptar... y hasta donde sé, entrar en una relación íntima lésbica... lo dije sólo por poner un ejemplo, igual que en el caso de Azcárraga y el Barbas... Este blog no es de chismes sino de especulación teórica, ubíquense...]
Todos los interesados, homosexuales y heterosexuales, si son de iguales condiciones ante la ley deberían tener iguales garantías; decir lo contrario sólo devela que la tolerancia que se les había conferido socialmente hasta el momento dista mucho del respeto que profesan para poderse lavar las manos de lo que dicen en tanto que no pueden lavarse la conciencia... Ni sabe cómo.
¿Y qué dice uno?... Los temas de sensibilidad social siempre reclaman una justificación ad hominem; no creo que sea deber de quien ha postulado su apreciación teórica con claridad, pero es ocasión de establecer otro contraste, así que ahí les va:
Debería haber exámenes de aptitud antes de poder concebir seres humanos y pretender educarlos haciéndolos peores de lo que ya somos... Adoptar debería estar reservado para quienes han demostrado tener condiciones para solventar la crianza de un buen ciudadano, eso es mucho decir y nunca exigido para quienes tienen el privilegio de engendrar a su prole por si mismos... La sanguineidad les confiere el derecho de echarlo todo a perder.
No soy detractor de los homosexuales, es más hasta tengo un par de amigos gays (1, 2) a los que tengo en gran estima; eso sí, no me resulta agradable la imagen de varones besándose; la de varón y mujer me resulta normal como a todos y la de mujer con mujer... pues hasta le haría una canción... Lo prometo.
¿Y si tuvieras un hijo gay? Mujer... pues chido, nomás que las viejas son muy canijas... "aguas" le diría... Hombre... pus chido mientras no le vaya al América. En ambos casos habría qué advertirles que no han escogido un rol social fácil, pues que la homosexualidad es motivo de risa es parte de nuestra cultura, pésele a quien le pese...
¿Qué sí me da asco? Esa hipocresía que no es inocua.
Ah sí, por cierto, Verónica ya apareció... Gracias por prestar atención al mensaje.

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