lunes, octubre 26, 2009

¿Un inocuo tipo de discriminación sexual?

Desde hace muchos años hay un profesor que acosa a los estudiantes de licenciatura. Uno de varios... Uno que conozco, quiero decir.
Es un hecho sabido, alguna vez denunciado, muchas veces comentado... Ha sido motivo de indignación, de sobresalto y sobre todo de burla, pero nada más.
Alguna ocasión, cuando fungí como representante de los estudiantes ante comité de programa, ofrecí mi apoyo a uno de los agraviados. Por pudor él prefirió no hacer nada, que no hubiera declaraciones públicas, que el asunto no pasara a mayores.
Sin su consentimiento no había mucho que yo pudiera hacer; no teniendo otra evidencia más que el testimonio colectivo no procedía llevar el caso, además de que no hubiera sido adecuado hacerlo contra la voluntad del agraviado.
Tiempo después, hablé con otro profesor de gran jerarquía, tanto administrativa como académica. También sabía del asunto, no le tomó importancia hasta que -por un momento y por error de pronunciación/audición- se entendió que el profesor acosaba a LAS estudiantes... Entonces sí vino el sobresalto
-¿A las muchachas?, ¡santo Dios!
-No no no, Doctor, a LOS estudiantes, no a las niñas.
Reconocí la diferenciación que el Doctor hacía también en mi. Si hubiese sido una de las niñas muy probablemente ni le pedimos su opinión a quien fuera objeto del agravio, ni mucho menos al comité de programa: ¡vamos y le partimos la madre!
Naturalmente estoy muy de acuerdo con que se haga esa discriminación, no puedo pretender que no, pues es parte de nuestros valores, de nuestra moral...
Es más, si el acosado luego hubiese resultado violado no negaré que hubiera dicho yo algo así como:“¿ves? Debimos actuar cuando te dije, ahora aguántese... no sea joto”
Y mucho menos negaré que me muero de risa cuando externo esta confesión.
No quiero ni pensar en lo indignante que sería en el escenario análogo pero del género complementario.
Podría pensar que es una faceta “positiva” del machismo, que hay una vindicación o consideración especial para con la mujer que no hay para con el hombre...
Lo mismo cuando a un tribunal se presenta un hombre a denunciar que su mujer lo golpea:
“no sea joto” le diría el juez... si fuese yo, ja ja ja.
Pero eso sí, no le vaya a contestar la agresión física, ni verbal, ni emocional... sean más inteligentes, corten por lo sano que se pueda rescatar...
Ese machismo o fenimismo, lo que sea, es real, pero me queda la duda sobre si es algo indubitablemente aveniente para nuestra sociedad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muerte al violador,
Premio a la infidelidad!!! ♫
Creo que hay que empezar por eso jaa

Kyuuketsuki dijo...

Lo mismo pienso yo de los hombres que denuncian a sus esposas golpeadoras, jajajaja

LAMIA dijo...

yo digo que todo se soluciona con unos buenos catez... y ya en las ultimas pos que aflojen y lo disfruten ja ja ja!

Orinoco, Sarahí dijo...

Bola de machos.

>:[